miércoles, 29 de febrero de 2012

Capitulo 13.

Como de costumbre, el primer día no habíamos dado clases, solo habíamos conocido a los profesores y compañeros de aula y nos habían explicado en qué consistía lo que daríamos en el curso. No había nadie en la sala de estar del tercer piso, así que sin reparo alguno me metí dentro del armario. Me había sorprendido mucho que Valerie me citara allí pero al entrar supe por que lo había hecho. Tras unas mantas se abría una puerta pequeñita, que daba a un pasillo y este a un desván con trastos viejos, muebles tapados con sabanas y telarañas en las esquinas.
-          Pensé que no encontrarías el escondrijo- me dijo Valerie, apareciendo de la nada.
-          No ha sido tan difícil- dije, quitándome meritos, aunque la verdad era que no me había costado encontrarlo.
-          Ven, sentémonos, Lis- dijo mi hermanastra mientras se acercaba a un mueble, levantaba la sabana blanca que lo tapaba y dejaba ver un sofá verde oliva.
Hice lo que me decía y me senté a su lado.
-          Dime todo lo que sepas sobre la magia.
Le conté todo. Absolutamente todo. Todo. Incluso lo que mi padre había encerrado en mi memoria y ahora poco a poco estaba recuperando.
-          Lo que hizo tu padre fue un encantamiento, escondió tus recuerdos para que nadie entrara dentro de tu mente y descubrieran que eras una bruja. Tengo que reconocer que fue muy inteligente por su parte el haberte enseñado todo antes de morir.
-          Pero él no sabía que iba a morir…
-          Claro que lo sabía, tu padre fue siempre un hombre muy inteligente. El Gran Alexandro, lo recuerdo bien- su sonrisa se tornó nostálgica.
-          ¿Lo conociste? ¿pero como…?
-          Lo conocí en mi primera vida, él era el Gran Maestre en aquella época y mi padre era su ayudante, trabajaban codo con codo siempre. Alexandro me enseñó a montar cuando era pequeña y me ayudó cuando no conseguía que me saliera el hechizo de teletransportación… cuando lo mataron no me lo quería creer, pero todos sabíamos que acabaría pasando.
-          Valerie, no entiendo nada. ¿Qué eso de primera vida? ¿Y lo de Gran Maestre? ¿Richard y mi padre eran amigos?
-         Haber como te explico…- mi hermanastra tragó saliva y me cogió de las manos, mirándome directamente a los ojos- hay personas especiales en este mundo, los llamados “brujos” antes se conocían como Dioses o Titanes, Hechiceros o Chamanes, todo era lo mismo, pero ahora preferimos llamarlo brujos… el caso es que esas personas, nosotros, tenemos capacidades que otras no tienen, como la magia o una especie de inmortalidad.
-         ¿Inmortalidad? Lo de la magia ya cuesta de creer pero lo de la inmortalidad… eso es imposible.
-         No es inmortalidad tal y como piensas, estilo películas de vampiros- dijo Valerie- no, se trata mas bien de lo que los católicos llaman ir al cielo, como la vida después de la muerte.
La miré perpleja.
-          Haber… no estamos muertos, haber si me explico, quiero decir que nosotros ya vivimos y cumplimos nuestro destino, nuestro sino, y después de ello morimos, pero nuestra alma renació de nuevo y en esta vida, la ultima, somos inmortales, ya no morimos.
-          ¿Entonces has vivido antes? ¿En otro siglo? ¿Pero como…?
-          Sí, nosotros tras cumplir nuestro sino volvemos a nacer pero en verdad es como si no hubiéramos muerto, pues lo recordamos todo, la única diferencia es que nacemos en otra época, en otra familia, con otros conocidos.
-          Estas diciendo… que Alice, Daniel… ¿en tu otra vida no fueron tus hermanos?
-          No y si, fuimos de la misma familia, claro esta, pero Richard, por ejemplo era mi tío y no mi padre. Los lazos de sangre cambian, pero las familias permanecen.
Asentí. Todo aquello parecía la trama de una película de ciencia-ficción de esas que echan los domingos por la noche.
-          No es raro que tu madre se haya casado con mi padre, la ramas Van Harse  y Venere siempre han estado unidas.
-          Pero mi madre no es una Venere… ella se apellida Smith- le aclaré.
-          Ya, tu madre es mortal, humana, pero tú no, por eso es lógico que hayas acabado con nosotros, si no te hubieras acabado volviendo loca sin ninguna explicación respecto a tus extraños poderes.
-          ¿Tu padre se casó con mi madre solo para… para… ayudarme?- me mordí el labio.
-          Tu madre es una mujer excepcional…- Valerie bajo la vista, intentando no decir una respuesta afirmativa a mi pregunta, a sabiendas de que eso sería mentir- pero ese no es el asunto, tienes mucho que aprender antes de mañana.
-          ¿Mañana? ¿Qué pasa mañana?
-          Que empiezan las clases seriamente- Valerie dijo lo evidente- y las clases normales se complementa con las mágicas.
-          ¿Mágicas?
-          ¡Claro! Hay que potenciar nuestros poderes.
En cualquier momento esperaba que sonara mi despertador con forma de rana y me hiciera despertar de todo aquello, de todo aquello que parecía un sueño.
-          Haber si me ha quedado claro- dije- en la primera vida los brujos cumple con su destino y luego mueren, y al renacer se convierten en inmortales y recuerdan todo de su anterior vida. ¿no?
-          Sí.
-          ¿Y la magia?
-          Pff.. esa historia es muy larga, se remonta al principio de los tiempos, ya te la mandaran estudiar tu tranquila, ahora practiquemos un poco.
-          ¿Practicar?
-          No querrás hacer el ridículo tu primer día de clase ¿verdad?
Negué con la cabeza.
* * *
De nuevo no podía dormir, así que me escurrí hasta la cama de Valerie.
-          ¿Estas despierta?- susurré.
-          Sí, ¿Qué pasa?
-          No puedo dormir.
-          Ven, metete dentro, hace frio- dijo, haciéndome hueco en su cama.
Me metí dentro y me tapé con la colcha.
-          Valerie… ¿Dónde viviste? Quiero decir… antes de esta vida.
-          En Francia, cerca de lo que hoy en día conocemos como Montpellier, mi padre era dueño de un rico ducado. Era una vida feliz, se valoraba mas lo que teníamos y la vida en sí. No como ahora. Daniel y Jack eran caballeros del rey ¿sabes? Se protegían las espaldas el uno al otro, eran más que hermanos. Echo de menos verlos así.
-          ¿Qué paso entre ellos? ¿Por qué ahora se llevan mal?
-          Se pelearon por una chica- dijo Valerie- por una estúpida niñata, no sabes cuánto la odio.
-          Pero eso fue hace… ¿Cuánto? ¿200 años? Ya deberían haberlo olvidado…
-          En realidad fue  hace como 500 años, alrededor de 1698- Valerie me miró a los ojos- y cuando es amor verdadero nunca se olvida- su voz sonó amarga.
Hice una mueca bajo la manta, a pesar de tener dieciséis años Valerie había pasado por muchas cosas.
-          Yo no recuerdo ninguna otra vida…- susurré.
-          Aún no has cumplido los dieciséis y teniendo en cuenta que tu padre hizo un conjuro en tu memoria lo mas probable es que empiezas a tener flashbacks de tu vida anterior dentro de poco- dijo Valerie- o sino es que esta es tu primera vida.
Nos quedamos un rato en silencio. Oía la leve respiración de mi hermanastra que estaba a escasos centímetros de mí. Ahora entendía porque Jack decía que él no podía morir, era inmortal, como Valerie, Richard, Alice, Daniel. Me sentía engañada, pero sobretodo por mi madre, ella no sabía nada al respecto, estaba viviendo una mentira. Una mentira glamurosa, eso sí.
-          ¿Valerie?
-          ¿Hmmm?
-          A veces… a veces tengo visiones.
Valerie se giró de golpe y me observó de hito a hito, sus negros ojos parecían salirse de las orbitas por la impresión.
-          Cuéntamelas.
-          No… no las recuerdos- me aclaré la garganta- después de tenerlas se me olvidan.
Ahora era Valerie la que me miraba sorprendida.
-          Después de tenerlas se me olvidan- repetí- y luego me empieza a doler de una manera horrible la cabeza y a veces me pica la muñeca…
-          Que raro…-murmuró Valerie.
Genial, ahora tenía una anomalía, como si ser bruja ya no lo fuera. No le bastaba con que descubriera que había mas gente como yo de sopetón, ni que utilizaran a mi madre solo para ayudarme, ahora también era una rareza dentro de los brujos, ¿Qué había hecho en otra vida para merecer esto? Me reí por dentro, ante ese último pensamiento.
-          No le digas a nadie esto que te pasa ¿vale?
-          ¿Por?
-          Hazme caso, será mejor así.
-          Vale- me encogí de hombros- ¿Valerie?
-          ¿Sí?
-          Si da el caso de que esta es mi primera vida… ¿Qué me pasara?
-          No creo que sea tu primera vida, lo mas probable es que esas visiones sean recuerdos y los fuertes dolores de cabeza y el hecho de que los olvides nada mas tenerlas, sea un efecto del hechizo de tu padre- Valerie se removió bajo las sabanas- y si se diera el caso de que fuera tu primera vida no pasaría absolutamente nada. Cumplirías tu destino y luego morirías.
-          ¿Y si mueres sin cumplir tu destino?
-          Eso es imposible, Lisbeth- su voz sonó como siempre, sin embargo, no la creí.
-          ¿Cuál era tu destino?- pregunté, sentía muchísima curiosidad por saber todo lo posible acerca de los destinos y todo lo que tuviera que ver con ellos.
-          Heredar el ducado de papá.
Me reí.
-          No te rías, Lis- mi hermanastra me pegó un codazo bajo la colcha, soltando unas risitas- puede que ahora te parezca ridículo pero en aquella época era algo inédito y mas teniendo en cuenta de que era la menor de dos hermanos varones.
-          Así que fuiste una duquesa- dije- pues suena bien eh, La Duquesa Valerie Van Harse- reí.
-          Suena bien, pero por aquel entonces me llamaban Amalia.
-          ¿Amalia? ¿Pero ese no es tu segundo nombre?
-          Nuestros segundos nombres en realidad son nuestros primeros, Alice antes era Victora y Cinthia se llamaba Fatima.
Ahora me sentí a un mas decepcionada por no tener un “segundo” nombre.
De repente el nombre Henry me vino a la mente, dibujándose sin reparo alguno en mi cerebro. Jack había dicho: cuando tu eras Carolina y yo Henry…
Sin pensármelo dos veces le pregunté a Valerie:
-          ¿Y como se llamaba Jack?- me miró extrañada- ¿Y Daniel?- añadí por si las moscas.
-          Jack era Henry- una sonrisa se dibujó en su rostro al pronunciar su nombre. Por un momento la odie.- Y Daniel se llamaba Charles.
Una punzada en el corazón. Aguda pero firme, como la clavada de un puñal. Me encogí destapándome sin querer de las mantas azules que me envolvían.
Charles, ese nombre hacia que mi corazón se desbocara casi tan rápido como lo hacia el nombre de Henry.
-          ¿Y hay alguien que haya tenido mas de dos vidas?
La mirada de Valerie se ennegreció aun mas. Por un momento me dio incluso miedo.
-          Será mejor que nos durmamos ya, mañana será un día largo y por hoy ya tienes suficiente información- su voz había cambiado por completo- Buenas noches, Lisbeth.
-          Bu..buenas noches.- tartamudeé de camino a mi cama.

6 comentarios:

  1. aiiix me encantaa! eres genial, en serio!!
    siguiente pronto porfaa!! :))

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  2. Genial!me encata cada vez me enganzo mas

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  3. Como mola y eso de la magia,las segundas vidas y todo eso es genial y hace muy interesante la historia;)Me a encantado el capi es genial y esta historia hace q no quieras parar de leer me encanta un beso es genial;D

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  4. que fuerte!! me encantaa estoy viendo que por la chica por la q se peleaban era ella, dios tienes muchismo imaginacion y es genial la historia, espeor el siguientee
    un beso :3

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  5. ¡Está chulísimo! Me gusta mucho la trama, espero que la continúes pronto.
    P.D.: Pobre Lis, que "destino" le espera.

    ¡Animo Y Un Besote! ~

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  6. Me alegra muhco que os haya gustado(:
    Gracias por leerme(:

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