domingo, 22 de enero de 2012

Capitulo 7.


-         ¡Joder, que susto me has dado!
Yo no era muy miedica en cuanto a ver pelis de terror o bichos se refería, pero si que era cierto, que me asustaba con demasiada facilidad.
Daniel me observó. Entonces caí en la cuenta de que estaba desnuda. Me di la vuelta, he ice ademán de coger una toalla. Pero no había ninguna. Miré a través del atlético cuerpo de mi hermanastro. Allí, tras él, estaba la toalla.
-         Em.. ¿me pasas la toalla?
-         ¿Eh? Si, si, claro- Daniel se giró y me lanzó la toalla.
En un vano intento por que no me viera más desnuda (aunque ya, que mas daba) me di la vuelta y me enrolle la toalla alrededor del cuerpo.
-         ¿Me estabas espiando?
-         ¿Qué? ¡No!- Daniel pareció volver en sí- solo te estaba buscando y he entrado aquí, pensando que aún te estabas peinando, como cuando me he ido.
Sus ojos mostraban sinceridad, así que no dude en ningún momento de su palabra.
-         Sí, bueno, no pasa nada…- me ruborizé.
Me había visto desnuda. DESNUDA. Ay, Dios, que vergüenza.
-         Lo.. lo siento- él también se ruborizó levemente.
¡Oh, Dios mío! Que guapo que estaba cuando se ponía nervioso.
-         Bueno, lo pasado, pasado está- me encogí de hombros.
-         Yo… esto… me tengo que ir, hay un problema con la orquesta y bueno, me tengo que encargar- Daniel miraba a todas direcciones menos a mí, un poco hipócrita, ya que bien que me había observado cuando estaba desnuda- Ya sabes, hermanita, mañana es la boda- sonrió.
* * *
-         Alcánzame ese collar, ¿quieres, cielo?
Asentí y fui hacia el tocador. Encima había una caja de plata abierta, que guardaba en su interior una preciosa gargantilla. La cogí, me acerqué a mi madre y se la puse.
-         Estas muy guapa, mamá.- dije y no era mentira.
Llevaba el cabello recogido en un sobrio moño, una hoja de plata con diamantes lo adornaba.
Lo que mas me sorprendió de mi madre fue el vestido: Era un dos pieza en blanco perla. Era elegante y bonito. Y adornaba su delgada figura. A pesar del moño y el dos piezas parecía mas joven y radiante que nunca.
-         Gracias, cariño- puso su mano sobre la mía, que tenía apoyada sobre su hombro- Tú también, hiciste bien en no coger el vestido naranja.
Le sonreí a mi madre.
-         Sí, bueno, este es genial ¿no te parece?
-         Y no solo eso, te queda genial- mi madre me guiñó un ojo.
Me observé en el espejo. El vestido me estaba que ni pintado y los pendientes de perlitas favorecían mi rostro. Llevaba un maquillaje natural y muy favorecedor. Y el cabello recogido por los laterales con un precioso pasador y en tirabuzones. Puede que suene un poco prepotente pero me veía guapísima.
-         Lisbeth, no quiero…hmmm… que pienses que no quería a tu padre- me miró directamente a los ojos, la deje hablar- verás, claro que quería a Vitoretto, lo amaba, pero también amo a Richard.
-         ¿Amas a Richard igual que amabas a papá?- no me lo podía creer.
-         No, claro que no, Lisbeth- suspiré tranquila, pero entonces continuó:- no se puede amar a dos personas de la misma manera. Cada amor es diferente al otro.
Resoplé.
-         ¡Eso es que no querías a papa!- le grité mientras las lagrimas comenzaban a amenazar con derramarse.
Mi madre se levantó y se dirigió a mí. Hizo ademán de acariciarme, pero me aparté. Vi como se le rompía el corazón en el reflejo de sus ojos.
-         Mamá, yo…
-         No, no digas nada- su tono se había vuelto duro- vamos, llegaremos tarde.
-         No, espera, por favor.. yo.. yo.. lo siento.. pero es lo que creo.
Mi madre cerró la puerta tras de sí. Era idiota. Completamente idiota. ¿Cómo se me ocurría discutir sobre eso el día de la boda de mi madre? ¿Cómo? Uff… Pestañeé seguidamente para que las lágrimas no descendieran por mi rostro y aguaran mi maquillaje. Respiré hondo y me dirigí a la puerta. Tenía que encontrar a mi madre y hablar con ella. Vale, solo le había dicho lo que yo pensaba, pero lo podría haber dicho de otro modo.
Posé mi mano en el pomo y me dispuse a abrirlo, pero este se abrió de golpe antes de que yo girara la mano y me pegó con el borde en toda la cara. ¡Ay!, me quejé llevándome la mano a la cara. La puerta se cerró de golpe y choqué contra algo, o alguien. Me quité las manos de la frente y levanté la mirada. Unos ojos dorados me atravesaron.
-         ¡¿Tu?!- espetamos los dos a la vez, sorprendidos.
-         ¿Qué haces aquí?
-         Lo siento, por el golpe- dijo ignorando por completo mi pregunta.
Puse los ojos en blanco.
-         No deberías colarte en bodas que no te inmiscuyen- resoplé.
-         ¿Quién me dice a mí que no eres tú la que se ha colado, eh guapa?- me miró con una sonrisa- aunque si quieres también te puedes colar en mi habitación.
-         Mas quisieras.
Se encogió de hombros.
-         Bueno, si no quieres, tengo muchas mas candidatas, no te preocupes por ello.
-         Vamos, no me hagas reír.
-         En el fondo sabes que si que las tengo, y que te parezco irresistible.
-         Dios, ¿enserio? ¿Qué he hecho en otra vida para merecer semejante castigo? ¿Para estar en la misma habitación que tu por segunda vez?
-         Es el destino, preciosa.
Le miré. Tenía razón: era irresistible. Pero también imbécil, así que jamás me fijaría en él. ¡Ni en sueños! Bueno, en pesadillas.
-         No creo en el destino.
Unos pasos resonaron y unas voces que gritaban algo de: “¿Dónde está el chico?”
Iba a hablar pero él me calló con un beso. Con un maravilloso aunque leve beso. Me aparté de él y le pegué una ostia. ¿Qué se creía? Vale, había sido solo un pico y poco más y me había encantado, pero no me iba a dejar besar por él.
-         ¿Qué haces?
-         Te estaba callando, si no esos hombres nos hubieran descubierto.
-         ¿Y no tenias otra forma? No se, ¿susurrándome que me callara, por ejemplo?
El chico desvió su mirada desde mis ojos  a mis labios, pero rápidamente la volvió a subir.
-         La otra vez te dije que prefería callar a la gente con un beso.
Aquel chico no tenía remedio. En el fondo, me alegraba de que no lo tuviera.
-         Llamaré a seguridad, si esos hombres te estaban buscando… ¿Qué has robado?
-         Oh, vamos, ¿tengo pinta de ladrón?, solo he cogido… hmm.. prestadas las flores de azúcar de la tarta nupcial. Lo siento, pero el dulce me puede.
Cualquiera lo diría con ese cuerpazo.
-         ¿Dónde tienes las flores?
Se metió la mano en el bolsillo de su traje negro y sacó unas florecillas de azúcar.
-         ¿Quieres?
Asentí.
-         Abre la boca.
-         ¿Qué?
-         Ábrela.
Resoplé e hice lo que me decía. Él puso cara de concentración, colocó el brazo en un ángulo recto, preparado para lanzar, y lanzó la florecilla, que fue a parar directa a mi boca.
-         ¡Triplazo! ¡Si!
-         Dios, que infantil eres.
-         La vida es mas divertida así.
Tenía toda la razón.
* * *

-         ¡Mama! ¡Espera, mamá!- la agarré del brazo y la detuve.
-         ¿Qué quieres, Lisbeth? Ha habido un problema con la tarta tengo que ir a ver que pasa.
Reprimí una risita al oír lo del “problema con la tarta”.
-         Siento lo de antes, mamá.
-         No te preocupes, hija, ya esta. Olvidado- me beso la mejilla- nos vemos dentro de media hora- me sonrió.
-         Sí, mamá, media hora.
Me dio un beso en la otra mejilla y siguió su camino.
-         ¡Mamá!
Mi madre se giró.
-         Me alegro de que hayas encontrado a Richard- dije sinceramente- es un buen hombre.
-         Lo sé cariño. Gracias- tragó saliva- tu padre también lo era.
Se perdió por una de los múltiples pasillos de la villa.
Unas manos me taparon los ojos.
-         ¿Quién eres?- pregunté, curiosa.
-         Fredi Cruger, he venido a por ti- dijo una voz tortuosa.
Me solté y me giré. Valerie y yo rompimos en risas.
-         Pues, Fredi, así vestido no das mucho miedo- dije observando a mi hermanastra.
Llevaba un vestido corto rosa precioso. Llevaba los hombros al aire y un collar de perlas alrededor de su largo cuello de cisne.
-         Estas preciosa, hermanita- Valerie me sonrió.
-         Tu también- le dije, aunque ella siempre lo estaba.
Comenzamos a andar, camino de una salita muy acogedora. Entramos. Sus muebles eran estilo Luis XIV. Nos sentamos en un sofá verde y dorado.
-         Si no recuerdo mal, tenemos una conversación pendiente.
Asentí.
-         Mira, Lis, no me importa que utilices la magia para conseguir que mi padre nos deje salir, pero la próxima vez ten mas cuidado, que si Alice o Daniel se enteran… se lo dirán.
-         ¿Alguna vez te han pillado?
-         ¿Pillarme? Pero si no podemos usar la magia para obligar a nuestros padres ¡Esta prohibido!
¿Prohibido? ¿Había leyes escritas?
-         Vale, no lo haré- prometí.
Valerie me sonrió.
-         Esto… Valerie… ¿Qué sabes de la magia?
-         ¿Cómo que qué se de la magia?
La puerta se abrió de golpe. Alice apareció por ella.
-         Padre, nos busca- dijo secamente- ha habido problemas con Jack.
-         ¿Jack? ¿Esta aquí?- Valerie se ruborizó levemente.
Así que por fin iba a conocer a la “oveja negra” de los Van Harse. Nos levantamos del sofá y seguimos a Alice hacia un jardín interior, adornado por una colosal fuente blanca.
Allí estaba Richard, junto a Daniel. Los dos con traje negro. A su lado había un hombre mayor pero que resplandecía jovialidad. Tardé un poco en reconocerlo: era Gregorio Van Harse. El cabeza de familia. Junto a ellos había otro chico que estaba de perfil. Una enredadera tapaba mitad de su cuerpo, impidiéndome ver su rostro.
-         Hola, niñas- Richard nos sonrió- Lis, ¿conoces ya a mi sobrino? ¿Jack Van Harse?
Negué con la cabeza.
Por fin pude ver bien su rostro.
El asombro se pintó en su mirada del color del oro.  Al igual que en la mía.
Esbozó una sonrisa con sus la labios. Yo dibuje una en los míos.
Era él.
Él.

5 comentarios:

  1. lo sabiaaaaa!! jajaja
    me encantaaaaa!! i me cae super bieeen JAck, es mas monoOO!! jajaja
    besooos!! :)

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  2. Muchas gracias por subirlo!!
    Dioss acabo de leerlo y ya quiero q este el proximoo!!
    Y me encanta el personaje de Jack aunq Daniel tampoco esta mal.

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  3. Está genial como todo lo que escribes Mia... que ganas del siguienteee¡ ^^
    Besos

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  4. me encanta por cierto cuando vas a poner el 8 capitulo besos guapa;P

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  5. Muchas gracias a todos(:
    El ocho ya esta subido(:
    Un besito♥

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